• Hay acciones de los componentes de la dieta sobre el genoma humano que, directa o indirectamente, pueden alterar la expresión o estructura de los genes.
• En algunas personas y bajo ciertas circunstancias, la dieta puede ser un factor de riesgo o protección de una enfermedad
• Algunos genes regulados por la dieta pueden tener un papel en el inicio, la incidencia, la progresión y/o severidad de las enfermedades crónicas
• El grado en el cual la dieta influye en el binomio salud-enfermedad puede depender de la constitución genética individual
• Cualquier intervención dietética basada en el conocimiento de las necesidades nutricionales, el estado nutricional y el genotipo, será útil para prevenir, mitigar o curar las enfermedades crónicas.
Este tema es mucho más complejo que el de la farmacogenética/farmacogenómica, pues en este último caso se trata de un principio activo concreto a dosis reglada. Por el contrario, los alimentos tienen muchos componentes que, individualmente pueden considerarse principios activos.
• Predisposición a enfermedad cardiovascular
• Dieta y riesgo de padecer cáncer de mama, próstata y colon
• Estrés oxidativo y enfermedades relacionadas con el envejecimiento
• Nutrigenética en relación al control del peso, obesidad y diabetes tipo II
En definitiva, tenemos una nueva rama científica, la genómica nutricional, que se encarga de las interacciones entre los nutrientes y los genes, ya sea en su expresión o en su modulación.
Lo más interesante es que, pasaremos de trabajar con medidas de “alimentación ideal” para la población general, a pautas individualizadas “a la medida de sus genes”.
Bibliografía : Medicina Personalizada Posgenómica. Autores Joan y Gloria Sabater. Ed. Eselvier Masson. 2010
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